Sucedió entonces que sintio la necesidad de levantarse, ¿Por qué? Ni el mismo seria capaz de explicarlo. Talvez para solo tomar el sol. Se levanto y salio de paseo. Y, de repente noto que sus pies, lo habian llevado , ¿Será que él ya no los gobernaba? sin que él lo quisiese, cerca juntito al árbol donde vivia la familia de la golondrina sinhá. Debo aclarar que este árbol quedaba del otro lado del parque.
Los padres sinha habían salido en busca de alimentos. La golondrina había visto venir al gato desde lejos y lo esperaba sonriente. Ato manchado se detiene debajo del árbol, comenzó a espiar y descubrió a la golondrina. Fue entonces que percibio donde habia llegado, sin darse cuenta. ¿Qué estoy haciendo aqui? Y decidio devolverse rapidamente (Diablos! Sus pies estaban tan pesados que parecian estar clavados al suelo), pero la golondrina le hablo con una dulce voz:
-No me vas a decir buenos dias, mal educado?
-Buen día, Sinhá… - habia hasta cierto acento armonioso en la voz seca del gato.
- Señorita Sinha, me hace el favor…
Y , su una cara se puso muy triste ( era aún más feo cuando estaba triste) , ella dijo:
- Esta bien llamame Sinha
Si eso quieres… y yo te llamaré feo.
Ya te dije que no soy feo.
Pucha! Que convencido! Eres la persona más fea que yo conozco. A tu lado mi madrina la lechuza es un premio de belleza…
Al final que estoy haciendo aquí? Pensaba el gato manchado. Aquella joven golondrina, era apenas una adolecente, que no lo trataba con el debido respeto (Será que realmente el queria que ella lo tratase con respeto?), insultarlo, agredirlo, llamarlo feo. Era el resultado de haberle dado confianza a una joven golondrina cualquiera.que ella sino una estudiante, una alumna de religión del papagayo, que podia tener en la cabeza, que especie de conversación podria matener con el?, un gato serio, viajado, que se consideraba un ser superior, más culto que todo ese monton de gente del parque, y que se encontraba – principalmente- un gato bonito? Resolvio retirarse y nunca mas volver a hablarle a esa irrespetuosa golondrina (ah! Pero sus pies como chuzos como si estubiesen pegados al suelo, no los podia mover)
Hizo un esfuerzo:
- hasta luego
- vaya, se ofendio? … más convencida de que el feo…
Porque diablos el comenzaba a encontrar divertido este comentario? Ahora ya o eran solo los pies los que no le obedecian, tambien la boca se abria y sonreia cuando el queria quedarse serio, con un aire irritado. Era una gran conspiración contra el gato manchado. La golondrina seguia, en un parlotear incesante, era una linda adolecente de los campos,cuja juventud dominaba todo alrededor:
No es necesario que te vayas ahora. No te llamare mas feo. Ahora solo te dire hermoso.
No tampoco quiero…
Entoces como te voy a llamar?
Gato.
Gato, no puedo
Porque?
Sera que ella se puso triste? Ahora su voz ya no era juguetona. El gato manchado de pronto pregunto:
Porque no puedes?
No puedo conversar con ningun gato. Los gatos son enemigos de las golondrinas.
Quien dijo eso?
Es vedad,yo lo se.
El gato puso la cara mas triste del mundo. La golondrina Sinha que amaba la alegria y que no podia ver a nadie triste, continuo:
Pero nosotros no somos enemigos, verdad?
Nunca
Entonces nosotros podemos conversar.
Pero luego agrego:
Ahora deber irte porque mi papa viene alli. Después yo ire a conversar contigo. Feito.
El gato rio y trato de desaparecer entre las motas de algodón que crecian por allí. Estaba nuevamente alegre. En cuanto iba atravesando ágilmente los matorrales, del campo iba recordando el dialogo con la golondrinam su voz elodiosa volvia a resonar en sus oidos. Ella no podia conversar con los gatos, los gatos son malos, algunos fueron atrapados in fragantti almorzando golondrinas, habia verdad en eso.Como seria posible ser tan malo asi? Como comerse un ser tan frágil y tan hermoso como la golondrina Sinha?
Se recosto sobre un campo de hierbas en flor, más tarde llego la golondrina, haciendo cierculos en el aire, en un vuelo improvisado, como danzando en un baile gentil y primaveral. De lejos el ruiseñor que la vigilaba con sus ojos, comenzo a cantar y su melodía de amor hincho el parque.
El gato aplaudio cuando la golondrina se poso en una rama baja del árbol. Y continuaron la conversación que habia sido interrumpida.
No voy a reproducir mas los dialogos. Y tomo tal decisión porque eran todos un poco parecidos y solamente, al pasar el tiempo y unas pocas conversaciones, se hicieron dignos de una historia de amor. Quien sabe, talvez ás adelante pueda contarles uno, si se da la ocasión.por ahora, solo quiero decir que ellos conversaron durante toda la primavera, sin que jamás les faltase tema. Fueron conociendose el uno al otro, cada día un nuevo descubrimiento. Y no solo conversaron. Juntos el corriendo por el suelo verde lleno de pasto, ella volando por el cielo azul, vagabundeaban por todo el parque, encontraban rincones deliciosos, descubrian nuevos matices del color de las flores, variaciones en la dulzura de la brisa,y una alegria que talvez estuviese mas dentro de ellos mismos que en las cosas alrededor. El bien de la alegria estaba presente entodas las cosas y ellos no lo veian antes. Porque yo les digo:
Tenemos jos para ver y ojos para no verm depende del estado del corazon de cada uno.
Quiero agregar, finalmente que ya no se trataban de usted.
Cuando, por la mañana, se veian por primera vez en el día, el le preguntaba:
Que hiciste de ayer hasta hoy? Hoy estas mas linda que ayer y aun mas linda de lo que estabas esa noche del sueño en que te vi…
Cuentame tu sueño. Yo no te cuento el mio porque soñe con una persona muy fea: Soñe contigo…
Se reian los dos, el con su risa seca de gato malo, ella con su risa de plata de golondrina adolecente.
Así acontecio la primavera.
Continuara...
Fim da estação da Primavera – Parte II
Acontece-lhe então levantar-se. Por que o faz nem ele mesmo seria capaz de explicar. Talvez para ficar ao sol. Levanta-se e sai andando. E, de repente, nota que seus pés – será que ele já não os governa? – o haviam levado, sem ele sentir, para junto da distante árvore onde mora a família da Andorinha Sinhá. Devo esclarecer que esta árvore ficava do outro lado do parque.Os pais de Sinhá haviam saído em busca de alimento. A Andorinha tinha visto o Gato vir vindo e o esperava sorridente. Gato Malhado pára embaixo da árvore, espia, descobre a Andorinha. Foi então que percebeu onde havia chegado, sem se dar conta. Dana-se. Que faço eu aqui? Resolveu voltar rapidamente (diabo! seus pés, de tão pesados, pareciam ter chumbo grudado), mas a Andorinha falou com sua doce voz:- Não me diz bom dia, seu mal-educado?- Bom dia, Sinhá… - havia até certo acento harmonioso na voz cava do Gato.- Senhorita Sinhá, faça o favor.E, como ele fizesse uma cara triste (era ainda mais feio quando ficava triste), ela concedeu:- Vá lá… Pode me chamar de Sinhá se isso lhe dá prazer… E eu lhe chamarei de Feio.- Já lhe disse que não sou feio.- Puxa! Que convencido! É a pessoa mais feia que eu conheço. Junto de você minha madrinha Coruja é prémio de beleza…Afinal que fazia ele ali? – pensava o Gato Malhado. Aquela jovem Andorinha, apenas uma adolescente, não o trata com o devido respeito (será mesmo que ele desejava que ela o tratasse com respeito?), insulta-o, agride-o, chama-o de feio. Era o resultado de ter ele dado confiança a uma jovem andorinha qualquer. Que era ela senão uma estudante, aluna de religião do Papagaio, que podia ter na cabeça, que espécie de conversa podia manter com ele, um gato sério, viajado, que se considerava um ser superior, mais culto do que toda a gente do parque e que se achava – principalmente – um gato bonito? Resolveu retirar-se e nunca mais voltar a falar àquela desrespeitosa andorinha (ah! seus pés como chumbo, como se tivessem toneladas de chumbo…). Faz um esforço:- Até logo…- Está aí, se ofendeu… Ainda é mais convencido do que feio…Por que diabo ele começa a achar graça? Agora não eram apenas os pés que já não lhe obedeciam, também a boca se abria em riso quando ele queria ficar sério, com um ar zangado. Uma vasta conspiração contra o Gato Malhado. A Andorinha continuava, num palrar incessante, linda adolescente dos campos, cuja juventude domina tudo em derredor:- Não precisa ir embora. Não lhe chamo mais de feio. Agora só lhe trato de formoso.- Não quero também…- Então como vou lhe chamar?- Gato.- Gato não posso.- Por quê?Será que ela entristecera? Agora sua voz já não é brincalhona. O Gato Malhado repete a pergunta:- Por que não pode?- Não posso conversar com nenhum gato. Os gatos são inimigos das andorinhas.- Quem lhe disse?- É verdade. Eu sei.O Gato fez a cara mais triste do mundo. A Andorinha Sinhá, que amava a alegria e não podia ver ninguém triste, continuou:- Mas nós não somos inimigos, não é?- Nunca.- Então nós podemos conversar.Mas logo acrescentou:- Vá embora que Papai vem aí. Depois eu vou na ameixeira conversar com você, Feião…O Gato ri e trata de sumir entre as moitas de capim que crescem por ali. Estava novamente alegre. Enquanto atravessa agilmente por entre o mato, vai recordando o diálogo com a Andorinha, a voz melodiosa volta a ressoar em seus ouvidos. Ela não podia conversar com um gato. Os gatos são maus, alguns foram apanhados em flagrante almoçando andorinhas, havia alguma verdade nisso. Como era possível ser assim tão mau? Como almoçar um ser tão frágil e formoso como a Andorinha Sinhá?Deita-se sob a ameixeira que está em flor. Logo depois a Andorinha chega, fazendo círculos no ar, num voo que é improvisado e lindo bailado primaveril. De longe, o Rouxinol, que a acompanha com os olhos, começa a cantar e sua melodia de amor enche o parque.O Gato bate palmas quando ela pousa num galho baixo. Continuam a conversa interrompida.Não vou mais reproduzir os diálogos. E tomo tal resolução porque eram todos um pouco parecidos e somente aos poucos, com o correr do tempo, se fizeram dignos de uma história de amor. Quem sabe, talvez mais adiante eu reproduza um, se houver ocasião. Por ora, apenas quero dizer que eles conversaram durante toda a Primavera, sem que jamais faltasse assunto. Foram se conhecendo um ao outro, cada dia uma nova descoberta. E não apenas conversaram. Juntos, ele correndo pelo chão de verde grama, ela voando pelo azul do céu, vagabundearam por todo o parque, encontraram recantos deliciosos, descobriram novas nuances de cor nas flores, variações na doçura da brisa, e uma alegria que talvez estivesse mais dentro deles que mesmo nas coisas em derredor. Ou bem a alegria estava presente em todas as coisas e eles não a viam antes. Porque – eu vos digo – temos olhos de ver e olhos de não ver, depende do estado do coração de cada um.Quero acrescentar, finalmente, que já não se tratavam de você.Quando, pela manhã, se viam pela primeira vez naquele dia, ele lhe perguntava:- Que fizeste de ontem para hoje? Hoje estás ainda mais linda do que ontem e mesmo mais linda do que estavas essas noites no sonho em que te vi…- Conta-me o teu sonho. Eu não te conto o meu porque sonhei com uma pessoa muito feia: sonhei contigo…Riam os dois, ele o seu riso cavo de gato mau, ela seu argentino riso de andorinha adolescente. Assim aconteceu na Primavera.(continua)
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