FIN DE LA ESTACIÓN DE LA PRIMAVERA - PARTE 1
" los padres de Sinhá iban rabiando con ella. Pero estaban conmovidos con su propio heroismo- tubieron el coraje de enfrentar al gato manchado para salvar a su hija- que no la regañaron demasiado. La golondrina papá le decia a la golondrina mamá: nosotros amamos a nuestra hija, nosotros la salvamos.
La mamá golondrina respondia:
- Nosotros somos buenos padres, protegemos a nuestra hija.
- Y se miraban el uno al otro con admiración.
- Nosotros somos buenos padres, protegemos a nuestra hija.
- Y se miraban el uno al otro con admiración.
Prohibieron terminantemente a la golondrina aproximarse una vez más a su enemigo feroz. Si los juramentos de una golondrina joven no tuviesen ninguna validez, estas bruscas prohibiciones solo harian aumentar el interes y la curiosidad. No es que Sinhá fuese de esas golondrinas las cuales basta que les digan – no lo hagas – para que inmediatamente no lo hicieran. Al contrario, era tierna y obediente, amaba a sus padres. Era amable y bondadosa de buen comportamiento en general. Pero le gustaba que la convenciesen de las cosas con buenas y justas razones, y aún nadie le habia probado que era un pecado o un crimen mantener relaciones cordiales con el gato manchado.
Así, cuando posó su gentil cabecita sobre el pétalo de la rosa que le servia de almohada, habia decidido continuar su conversación con el gato al otro día:
- Él es feo pero es simpatico… - murmuro al adormecer.
- Él es feo pero es simpatico… - murmuro al adormecer.
En cuanto al gato manchado, tambien penso en la arisca golondrina Sinhá, en aquella primera noche de primavera, al reposar su cabeza sobre su almohada. Sin embargo, habia una cosa que el no poseia: almohada. Además de malo y feo, el gato manchado era pobre; reposaba su cabeza encima de sus brazos. Era un ser de pocos lujos, no le preocupaba.Falta sentía de otras cosas: de afectos, de cariño y de salchichas vienesas.
Se recojio tarde. Antes camino por el parque, vagando. Arañaba la corteza de los troncos de los árboles, maullaba sin motivo aparente, sentía deseos de volver a vagabundear por los tejados como lo hacias en esa distante adolescencia. El buen perfume penetraba por sus narices, y sus grandes bigotes se movin inquietos. Se sentia jóven, hasta tuvo ganas de correr con los perros. Y lo hubiese hecho, tranquilamente, si los perros no se hubiesen asustado, llenos de recelo, cuando él los buscó. Tal era su estado de cansancio y de indefinido deseo qu murmuro para si mismo:
Se recojio tarde. Antes camino por el parque, vagando. Arañaba la corteza de los troncos de los árboles, maullaba sin motivo aparente, sentía deseos de volver a vagabundear por los tejados como lo hacias en esa distante adolescencia. El buen perfume penetraba por sus narices, y sus grandes bigotes se movin inquietos. Se sentia jóven, hasta tuvo ganas de correr con los perros. Y lo hubiese hecho, tranquilamente, si los perros no se hubiesen asustado, llenos de recelo, cuando él los buscó. Tal era su estado de cansancio y de indefinido deseo qu murmuro para si mismo:
- debo estar enfermo.
puso una de sus patas sobre su cabeza y concluyo:
- Estoy ardiendo en fiebre.
Cuando cayó la noche, y volvia a su cama. – un viejo trapo peludo- miró una flor y en ella vió reflejado los rasgados ojos de la golondrina. Febril, fue al lago a beber agua, y en el agua también encontró a la golondrina que le sonreía. Y la reconocio en cada hoja, en cada gota del rocio, en cada rayo del sol crepuscular, en cada sombra de la noche que llegaba. Después la descubrio vestida de plata en la luna llena, para la cual maullo y maullo adolorido. Ya era tarde y muy de noche cuando consiguió dormir. Soño con la golondrina, era la primera vez que soñaba , desde hace ya muchos años.
¿ Debo concluir que el gato manchado de feos ojos pardos, de oscura fama de malvado, se había enamorado? Ahora que él y la golondrina duermen, y que solo la vieja lechuza esta despierta, me permito filosofar un poco. Deseo decir, que hay gente que no cree en el amor a primera vista, otros por el contrario, además de creer, afirman que este es el único y verdadero amor unos y otros tienen razón. Es que el amor esta en el corazón de las criaturas, adormecido, y un dia cualquiera se despierta, con la llegada de la primavera o incluso con el rigor del invierno.De repente el amor despierta de su sueño en la inesperada visión de otro ser. Da igual si ya lo conocemos, es como si lo viesemos por primera vez y es por eso que se dice que fue amor a primera vista. Así como el amor del gato manchado por la golondrina Sinhá.
En cuanto a lo que pasaba por el pequeño y valeroso corazón de Sinhá, no esperen que yo les explique o les saque la venda de sus ojos. No soy tan tonto al punto de sentirme capaz de entender el corazón de una mujer, peor aún el de una golondrina.
Ninguna de esas consideraciones perturbo aquella noche al gato manchado. En verdad él aún no sabía que estaba enamorado. Tal idea ni se le ocurrio. Cuando era jóven, se enamoraba todas las semanas (…) Despedazó innumerables corazones de gata de todos los colores, el de una coneja color gris y el de una zorra adolecente. Pero eso paso hace tanto tiempo que ni el se acordaba ni de los nombres ni de las situaciones. Vivía a su modo, ya les expliqué, tranquilo, peresoso al sol, gozando las dulces caricias de la brisa, el frescor de las noches de verano, y el gustoso frio del invierno. Ahora llegaba la primevera a perturbar su paz.
Al día siguiente, al levantarse y lavarse la cara, pensó en la golondrina, recordando el sueño que lo acompaño durante la noche: él y sinhá discutiendo de belleza y fealdad. Se rió: Ayer estube enfermo y resolvio no pensar más en la golondrina. Se dirigió a su prado preferido para calentarse al sol sobre su trapo viejo y peludo. La vida se desenvolvía por el parque.
Bien, alli estaba el gato manchado. Relajado, como siempre, estirado cual largo era para que el gustoso sol de la primavera lo envolviera por entero. Pero, lo que era extraño, no conseguia cerrar sus ojos como lo hacia habitualmente. La experiencia le habia enseñado que con los ojos cerrados, se goza mucho mejor del calor del sol y de la frescura de la brisa. Pero en cuanto, a aquel segundo día de primavera, tenia los ojos abiertos, y además, volcaods hacia los arboles, buscando que estuviera la golondrina Sinhá. Cuando se dio cuanto de lo que estaba sucediendo, se puso furioso. Desviaba la mirada, silbando despacito, buscaba fijar su mirada en otros paisajes. Miró los perros que corrian, los idiotas no saben hacer otra cosa, los arboles llenos de hojas, miró hasta el papagayo ocupado rezando sus oraciones matinales (…)
- Buen día mi queridisimo doctor gato manchado. Como se siente? Gacias a Dios, Bien? El gato nisiquiera se digno a responderle. A pesar de todo su mirar, ya estaba de nuevo con su mirada fija en los arboles, donde de posaría la golondrina (…) En la esperanza de que la golondrina Sinhá viniese… Pero ella no llego, ingrata!
- Buen día mi queridisimo doctor gato manchado. Como se siente? Gacias a Dios, Bien? El gato nisiquiera se digno a responderle. A pesar de todo su mirar, ya estaba de nuevo con su mirada fija en los arboles, donde de posaría la golondrina (…) En la esperanza de que la golondrina Sinhá viniese… Pero ella no llego, ingrata!
Vamos a reencontrar a nuestro amigo manchado ya sin ninguna alegria, en un estado de su espiritu muy diferente al de la mañana, la liviandad que sentia desde la tarde del encuentro ya no estaba, sus bigotes estaban caidos, desmoralizados, marchitos. Eso era una triste y peligrosa señal tratandose del gato manchado. Sus bigotes eran el indicador de su humor. Espia una vez mas los arboles, como ya tantas veces lo hiciera antes… no vio a la golondrina, la sombra del arbol le cubría su cuerpo completo. Sus ojos pardos se oscurecieron. Por que siente su corazón adolorido?
Entre tanto, es primavera en todo alrededor.”
Entre tanto, es primavera en todo alrededor.”
CONTINUARA...
Fim da estação da Primavera – Parte I
"Os pais de Sinhá iam ralhando com ela. Mas estavam tão comovidos com o próprio heroísmo – tiveram coragem de afrontar o Gato Malhado para salvar a filha – que não ralharam demasiado. A Andorinha Pai dizia à Andorinha Mãe: Nós amamos nossa filha, nós a salvamos.A Andorinha Mãe respondia:- Nós somos bons pais, protegemos nossa filha.E se olhavam, admirando-se mutuamente. Proibiram terminantemente a Andorinha de novamente aproximar-se do inimigo feroz. Se os juramentos da Andorinha jovem não têm nenhum valor, bruscas proibições só fazem aguçar-lhe o interesse e a curiosidade. Não que Sinhá fosse uma dessas andorinhas às quais basta que se diga não faça isso para que imediatamente não o façam. Ao contrário, terna e obediente, amava os pais. Era bem-comportada, amável e bondosa. Mas gostava que a convencessem das coisas com boas e justas razões, e ainda ninguém lhe havia provado ser um pecado ou um crime manter relações cordiais com o Gato Malhado. Assim, quando deitou a gentil cabecinha sobre a pétala de rosa que lhe servia de travesseiro, havia decidido continuar a conversa no outro dia:- Ele é feio mas é simpático… - murmurou ao adormecer.Quanto ao Gato Malhado, também ele pensou na arisca Andorinha Sinhá, naquela primeira noite de Primavera, ao repousar a cabeça no travesseiro. Aliás, eis uma coisa que ele não possuía: travesseiro. Além de mau e feio, o Gato Malhado era um pobre de Job; repousava a cabeça em cima dos braços. Sendo de pouco luxo não reclamava. Falta sentia de outras coisas: de afeição, de carinho e de salsichas vienenses.Recolheu-se tarde. Antes, andara pelo parque, ao léu. Arranhara a casca de troncos árvores, miara sem motivo evidente, sentira desejo de voltar a vagabundear nos telhados como praticara na distante adolescência. O cheiro bom da terra penetrara-lhe pelas narinas e seus grandes bigodes moveram-se inquietos. Sentira-se muito moço, até teve vontade de correr com os cães. E o teria feito, com certeza, se os cachorros não se houvessem afastado, cheios de receio, quando ele os procurou. Tal fora o seu estado de lassidão e de indefinido desejo que murmurou para si mesmo:- Creio que estou doente.Colocou a pata sobre a testa e concluiu:- Estou ardendo em febre…Quando, ao cair da noite, voltava para a sua cama – um velho trapo de veludo – olhou uma flor e nela viu reflectidos os rasgados olhos da Andorinha. Febril, foi ao lago beber água e na água também enxergou a Andorinha que sorria. E a reconheceu em cada folha, em cada gota de orvalho, em cada réstia de sol crepuscular, em cada sombra da noite que chegava. Depois a descobriu vestida de prata na lua cheia para a qual miou um miado dolorido. Ia alta a noite quando conseguiu dormir. Sonhou com a Andorinha, era a primeira vez que ele sonhava havia muitos anos.Devo concluir que o Gato Malhado de feios olhos pardos, de escura fama de maldade, havia se apaixonado? Agora que ele e a Andorinha dormem, que só a Velha Coruja está acordada, permito-me filosofar um pouco. Desejo dizer que há gente que não acredita em amor à primeira vista. Outros, ao contrário, além de acreditar afirmam que este é o único amor verdadeiro uns e outros têm razão. É que o amor está no coração das criaturas, adormecido, e um dia qualquer ele desperta, com a chegada da Primavera ou mesmo no rigor do Inverno. De repente, o amor desperta de seu sono à inesperada visão de um outro ser. Mesmo se já o conhecemos, é como se o víssemos pela primeira vez e por isso se diz que foi amor à primeira vista. Assim o amor do Gato Malhado pela Andorinha Sinhá. Quanto ao que se passava no pequeno porém valoroso coração de Sinhá, não esperem que eu explique ou desvende. Não sou tão tolo a ponto de achar-me capaz de entender o coração de uma mulher, quanto mais de uma andorinha.Nenhuma dessas considerações perturbou naquela noite o Gato Malhado. Em verdade ele não se julgava ainda apaixonado. Tal ideia nem lhe ocorreu. Quando era jovem, apaixonava-se todas as semanas (…). Despedaçara inúmeros corações de gatas de todas as cores, de uma coelha cinzenta e de uma raposa adolescente. Mas isso fazia tanto tempo que ele nem mais se recordava dos nomes e das situações. Vivia no seu canto, eu já expliquei, tranquilo, preguiçando ao sol, gozando a doce carícia da brisa, o frescor das noites de Verão, o frio gostoso do Inverno. Agora vinha a Primavera perturbar a sua paz.No dia seguinte, ao acordar e lavar a cara, pensou na Andorinha, recordando o sonho a acompanhá-lo pela noite: ele e Sinhá discutindo de boniteza e feiura. Riu-se: ontem eu estava doente e resolveu não pensar mais na Andorinha. Dirigiu-se ao seu canto predilecto para calentar sol sobre o velho trapo de veludo. A vida se desenvolvia pelo parque.Bem, ali está o Gato Malhado. Deitado, como sempre, ao comprido para que o sol gostoso da Primavera o envolva por inteiro. Mas, o que é estranho, não consegue fechar os olhos como o faz habitualmente. A experiência lhe ensinara que, de olhos fechados, goza-se muito mais o calor do sol e a frescura da brisa. No entanto, naquele segundo dia de Primavera, tinha os olhos abertos, e, ademais, voltados para a árvore onde, na véspera, estivera a Andorinha Sinhá. Quando percebe o que está sucedendo, fica furioso. Desvia o olhar e, assobiando devagarinho, busca outras paisagens. Olha os cachorros que correm, os idiotas não sabem fazer outra coisa, as árvores cheias de folhas, olha até o Papagaio ocupado a rezar as suas orações matinais. (…)- Bom dia, meu caríssimo doutor Gato Malhado. Como vai a saudinha? Graças a Deus, bem?O Gato nem se digna responder. Além de tudo seu olhar já está de novo fixo na árvore onde a Andorinha pousara na véspera (…) na esperança de que a Andorinha Sinhá viesse… Mas ela não veio, a ingrata!, e vamos reencontrar o nosso amigo Malhado já sem nenhuma alegria, num estado de espírito muito diferente daquele em que acordara, a leveza que sentia desde a véspera, os grandes bigodes estavam caídos, desmoralizados, murchos. Isso era um triste e perigoso sinal em se tratando do gato Malhado. Seus bigodes eram o índice do seu humor.Fita mais uma vez a árvore, tantas vezes já o fizera antes… Não vê a andorinha, a sombra da árvore cobre-lhe o corpanzil. Os olhos pardos escurecem. Por que sente o coração dorido? No entanto, é Primavera em torno."(continua)
1 comentario:
viste!!! algo hizo click entre ellos mas alla de las apariencias de cada uno...¿¿pk la golondrina no aparecio???? escribe pronto la continuacion...
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