sábado, 15 de diciembre de 2007
O GATO MALHADO E A ANDORINHA SINHÁ
Es vispera de navidad, es una época del año especial, no por lo que significa para mi, como parte del mundo occidental, sino que porque el ambiente esta lleno de sensaciones y emociones a flor de piel.
Por esta vez dejaré de lado mi target en este blog, para dar paso al GRAN ESPECIAL DE NAVIDAD.
Quiero compartir en esta oportunidad otra de mis aficiones; la lectura. Debo reconocer que hace un tiempo que no he tenido la oportunidad de volverme a encantar con la pluma de algún escritor. Pero hoy, en tiempo de adviento encontré entre mis recuerdos esta historia que estoy seguro le robará el corazón a más de alguno.
Voy a abrir un hueco en la pared de la cultura criolla, para dejar entrar con toda su frescura, picardia y genialidad al maestro de la prosa brasileira O SENHOR JORGE AMADO.
JORGE AMADO es uno de los más queridos escritores del Brasil. Este novelista Bahiano ha sellado en la piel y en el inconciente colectivo a todo latinoamericano asiduo a la buena lectura con su opera prima "dona Flor e seu dois maridos" quedando archivado en la retina de cada lector que gozo la obra. Amado es sin duda el brasileiro que más premios de literatura ganó y que más libros se le han traducido a nivel mundial. Yo en mi humilde ignorancia he leido muy podo de él. otras obras que le conozco son " Tieta do agreste", "El pais del carnaval" (obra con la que se hizo famoso)y "o gato malhado e a andorinha sinhá" en español el gato manchado y la golondrina Sinhá. en la cual me voy a detener para celebrar este especial de navidad.
La verdad no puedo ser tan rostro de madera, como para traducir al español sin errores una obra tan bella, pero como no conozco el libro en español, (no me extrañaria que en Chile no estuviese) me remitiré a traducir una obra que encontré revolviendo unos antiguos documentos.
PD: Por respeto a los traductores, a los hablantes de la lengua portuguesa y al señor Amado dejaré el fragmento en portugues debajo de cada comentario que escriba en español, para contarles la hermosa historia de "O gato malhado e a andorinha Sinhá".El gato manchado y la golondrina Sinha
PD2: "O gato malhado e a andorinha Sinhá" es un hermoso cuento para niños que escribió Amado a su hijo Joao Jorge.
PD3: Lamentablemente Jorge Amado ya no existe en esta vida desde el 6 de agosto del 2001 murio a los 88 años de edad, nacio en 1912.
PD4: Este texto estuvo perdido mucho tiempo, y solo en el 78 se conocio su primera edición.
Cito a Amado: “El texto esta editado como lo escribi en Paris, hace ya casi treinta años, si pudiese intervenir en el, tendría que re escribirlo por completo, haciendolo perder su única cualidad; La de haber sido escrito simplemente por el placer de escribirlo, sin ninguna obligación de publico ni de editor.” Agosto de 1976
PD5: "O gato malhado e a andorinha Sinhá"es una historia de amor.
viernes, 14 de diciembre de 2007
INTRODUCCION
Si la narración no les va a parecer bella, no es culpa ni del viento ni de la mañana, mucho menos del sapiente sapo Cururu, doctor honoris causa. Puesto que en el habla de la gente no hay historia que resista y que conserve su encanto puro, se pierde la musica y la poesia del viento.
jueves, 13 de diciembre de 2007
CAPITULO 1
miércoles, 12 de diciembre de 2007
FIN DEL CAPITULO 1
Asi vivía el gato manchado, cuando la primavera entro al interior del parque, en un despilfarro de colores, de aromas, de melodias. Colores alegres, aromas para aturdirse, sonoras melodias. El gato manchado dormía cuando la primavera irrumpio, repentina y poderosa. Pero su presencia era tan insitente y fuerte que desperto de su sueño sin sueños, abrió sus ojos pardos y estiro sus brazos. El pato negro, que casualmente lo miraba, casi cayo esmayado de espanto porque tuvo la impresión de que el gato manchado estaba sonrriendo. fijo su vista, llamo la atención de la pequeña pata blanca: - ¿no te parece que se está riendo? -Santo Dios! Se está riendo... Jamás lo habia visto reir. La pequeña pata blanca tuvo que poner su mano en el corazón, tan espantada estaba con aquella risa en la boca feroz del gato manchado.
Reia por la boca, y lo que era aún mas inexplicable, reia también por sus ojos pardos.
Derepente comenzo a revolcarse sobre el pasto, como si fuera un jóven gato adolecente, solto un maullido que más parecia un gemido. Fue una emoción general por todo el parque. La gallina Carijó que pasaba cerca con su bandada de pollitos dorados, grito: Uy! y se desmayo en los brazos de sus hijos.
El gallo don juan de Rhode Island, vino corriendo a ver que habia sucedido. De todas las gallinas de su harém, la Carijó era su preferida.
La ayudo a levantarse y allí lanzo su canto de guerra y de protesta, igual que una diana, cuando una vez más el gato manchado se revolco en el pasto y lanzó otro maullido... Ay mi Dios un maullido romantico. ¡Imposible!...
- Creo que enloquecio- Diagnostico una planta medicinal que tenia fama de ser buen médico.
- El se está preparando para una nueva maldad...- Susurro la gallina Carijó, repuesta del ataque de pánico, aparto hacia un lado a los pollitos y al don juan de Rhode Island.
Entre tanto el gato manchado se levanto, estiro los brazos y las piernas, erizo el dorso para captar mejor el calor subitamente dulce del sol, abrio sus fosas nasales para respirar profundo los nevos olores que rondaban en el aire, dejo que todo su rostro feo y malo se abriese en una cordial sonrisa para las cosas y los seres de su entorno. Comenzo a caminar. Sucedió entonces una estampida general...
Toda esa estampida hizo un gran alboroto, llamando la atención del gato manchado. Miro espantado, ¿por que huian todos si era tan bello el parque en el tiempo de la llegada de la primavera? No había tempestad, no corria viento frio botando las hojas, la lluvia no caia en lagrimas sobre los tejados. ¿ Como huir y esconderse cuando la primavera llegaba trayendo consigo toda la dulcura de vivir?
¿Será que la cobra cascabel habia vuelto?, ¿habia osado retornar al parque?
El gato manchado busco con los ojos. Si fuese ella, le daria ahí una nueva lección para que no volviera jamas a robar huevos, botar pájaros de los nidos, comer pollitos y tragar palomas. Pero no la Cascabel no estaba. El gato manchado refleccionó. Y comprendió, entonces que huian de él, hacia tanto tiempo que no lo oian maullar ni sonreir que ahora se amedrentaban. Fue una triste constatación. Primero dejo de reir, pero después encongió sus hombros en un gesto de indiferencia.
Era un gato orgulloso, poco le importaba lo que pensasen de él. Hasta guiño – un gesto un poco forzado- un ojo malandro hacia el sol, y ese gestim aún mas inesperado, hizo que la enorme piedra, que hacia muchisimos años vivia en las proximidades del lugar donde el gato estabam rodo corriendo para el campo.El gato manchado respido llenando sus pulmones, la primavera rcien llegaba. Se sentia liviano, queria decir palabras sin compromiso, de andar sin rumbo, inclusive hasta conversar con alguien. Miro una vez más con sus ojos pardos, pero no vio a nadie. Todos habian huido.
No, todos no. En una rama de un árbol la golondrina sinhá piaba y sonrreia al gato manchado. Solamente ella no habia huido. Desde lejos sus padres la llamaban con nerviosos gritos. Y desde sus escondites, todos los habitantes del parque miraban espantados a la golondrina Sinhá que le sonrreia al gato manchado. Entorno estaba la primavera, el sueño de un poeta.
LA GOLONDRINA SINHÁ
Assim vivia ele quando a Primavera entrou pelo parque adentro, num espalhafato de cores, de aromas, de melodias. Cores alegres, aromas de entontecer, sonoras melodias. O Gato Malhado dormia quando a Primavera irrompeu, repentina e poderosa. Mas sua presença era tão insistente e forte que ele despertou do seu sono sem sonhos, abriu os olhos pardos e estirou os braços. O Pato Negro, que casualmente o olhava, quase caiu de espanto porque teve a impressão de que o Gato Malhado estava sorrindo. Fixou o olhar, chamou a atenção da pequena Pata Branca:- Não parece que ele está rindo?- Santo Deus! Está rindo mesmo…Jamais o tinham visto rir. A pequena Pata Branca necessitou botar a mão sobre o coração, tão espantada estava com aquele riso na boca feroz do Gato Malhado. Ria pela boca, e, o que era ainda mais inexplicável, ria pelos olhos pardos também.De repente rebolou-se na grama como se fora um jovem gato adolescente, soltou um miado que mais parecia um gemido. Foi uma emoção geral pelo parque. A Galinha Carijó, que passava perto com sua doirada ninhada de pintos, gritou:- Ui! – e desmaiou nos braços dos filhos.O galo Don Juan de Rhode Island veio correndo ver o que tinha acontecido. De todas as galinhas de seu harém, a Carijó era a preferida. Ajudou-a a levantar-se e ia lançar seu canto de guerra e de protesto, igual a uma clarinada, quando mais uma vez o Gato Malhado rebolou-se sobre a grama e miou outro miado… Ai, meu Deus, um miado romântico. Impossível! (…)- Creio que ele enlouqueceu… - diagnosticou o Pé de Mastruço que tinha fama de ser bom médico.- Ele está é preparando alguma nova maldade… - sussurrou a Galinha Carijó, refeita do faniquito, arrastando consigo para longe os pintainhos e Don Juam de Rhode Island.Enquanto isso o Gato Malhado levantou-se, estirou os braços e as pernas, eriçou o dorso para melhor captar o calor do sol subitamente doce, abriu as narinas para aspirar os novos odores que rolavam no ar, deixou que todo o rosto feio e mau se abrisse num sorriso cordial para as coisas e os seres em torno. Começou a andar.Aconteceu então uma debandada geral. (…) Toda essa correria fez um certo ruído, despertando a tenção do gato Malhado. Olhou espantado, por que fugiam todos se era tão belo o parque naquela hora da chegada da Primavera? Não havia tempestade, não corria o vento frio derrubando as folhas, a chuva não desabava em lágrimas sobre os telhados. Como fugir e esconder-se quando a Primavera chegava trazendo consigo a doçura de viver? Será que a Cobra Cascavel havia voltado, havia ousado retornar ao parque? O Gato malhado procurou-a com os olhos, Se fosse ela, dar-lhe-ia nova lição para que jamais ali viesse roubar ovos, tirar pássaros dos ninhos, comer pintos e pombas-rolas. Mas não, a Cascavel não estava. O Gato Malhado refletiu. E compreendeu então que fugiam dele, há tanto tempo não o ouviam miar nem sorrir que agora se amedrontavam.Foi uma triste constatação. Primeiro deixou de sorrir, mas depois encolheu os ombros num gesto de indiferença. Era um gato orgulhoso, pouco lhe importava o que pensassem dele. Até piscou – num gesto um pouco forçado – um olho malandro para o Sol, e esse gesto, ainda mais inesperado, fez com que a enorme Pedra, que há muitíssimos anos residia nas proximidades do lugar onde o Gato estava, rolasse correndo para o mato.O Gato Malhado aspirou a plenos pulmões a Primavera recém-chegada. Sentia-se leve, gostaria de dizer palavras sem compromisso, de andar à toa, até mesmo de conversar com alguém. Procurou mais uma vez com os olhos pardos, mas não viu ninguém. Todos haviam fugido.Não, todos não. No ramo de uma árvore a Andorinha Sinhá fitava o Gato Malhado e sorria-lhe. Somente ela não havia fugido. De longe seus pais a chamavam em gritos nervosos. E, dos seus esconderijos, todos os habitantes do parque miravam espantados a Andorinha Sinhá que sorria para o Gato Malhado. Em torno era a Primavera, sonho de um poeta.
A Andorinha Sinhá
Quando ela passava, risonha e trêfega, não havia pássaro em idade casadoira que não suspirasse. Era muito jovem ainda, mas, onde quer que estivesse, logo a cercavam todos os moços do parque. Faziam-lhe declarações, escreviam-lhe poemas, o Rouxinol, seresteiro afamado, vinha ao clarão da lua cantar à sua janela. Ela ria para todos, com todos se dando, não amava nenhum. Livre de todas as preocupações voava de árvore em árvore pelo parque, curiosa e conversadeira, inocente coração. No dizer geral não existia, em nenhum dos parques por ali espalhados, andorinha tão bela nem tão gentil quanto a Andorinha Sinhá.”
(continua)
martes, 11 de diciembre de 2007
CONTINUACION DE LA ESTACIÓN DE LA PRIMAVERA
CONTINUACION DE LA ESTACION DE LA PRIMAVERA
- Tu no huiste con los otros?
- Yo? huir? No tengo miedo de ti, los demás son todos unos cobardes… Tu no me puedes alcanzar, no tienes alas para volar, eres un gordinflón, loco y sin juicio además feo. Y mira que feo.
- Feo, yo?
El gato manchado rió, risa espantosa de quien no estaba acostumbrado a reir, y esta vez hasta los árboles más valientes, como el pau Brasil – un gigante- se estremecieron.
La propia golondrina Sinhá sintió que exageraban y por las dudas, voló a un gancho más alto donde quedo picoteando sus plumas en un gesto de extrema vanidad.
- Tu me encuentras feo? De verdad?
- Feisimo…
- Reafirmo ella desde lejos la golondrina.
- No te creo. Solo una criatura ciega podria encontrarme feo.
- Feo y convencido!
La conversación no continuo porque los padres de la golondrina Sinhá, el amor por su hija superó su miedo, llegaron volando, y se la llevaon con ellos, rabiendo con ella, reprendiendola en voz alta, le dieron un sermón de aquellos. Pero la golondrina mientras se la llevaban, grito para el gato:
- Hasta luego, su feo…
Fue asi, con ese dialog un poco idiotam que comenzo toda la historia del gato manchado y la golondrina Sinhá. De verdad la historia, por lo menos en lo que se refiere a la golondrina, comenzo antes. Un capitulo inicial deberia haber hecho referencia a ciertos hechos y actos antriores de la golondrina. Como no puedo escribir mas de lo debido, dentro de las buenas reglas de la narrativa clasica, me limitaré solo una vez mas a devolverme en la acciones que ya sucedieron, Es sin duda un método anarquico de contar historias, lo reconozco. Pero el olvido puede ir por cuenta del trastorno que causo la llegada de la primavera a los gatos y a los contadores de historias.”
"Em torno era a Primavera, o sonho de um poeta. O Gato Malhado teve vontade de dizer algo semelhante à Andorinha Sinhá. Sentou-se no chão, alisou os bigodes, apenas perguntou:- Tu não fugiste com os outros?- Eu? Fugir? Não tenho medo de ti, os outros são todos uns covardes… Tu não me podes alcançar, não tens asas para voar, és um gatarrão ainda mais tolo do que feio. E olha lá que és feio…- Feio, eu?O Gato Malhado riu, riso espantoso de quem se havia desacostumado de rir, e desta vez até as árvores mais corajosas, como o Pau Brasil – um gigante – estremeceram. Ela o insultou e ele a vai matar, pensou o velho Cão Dinamarquês.O Reverendo Papagaio – reverendo porque passara uns tempos no seminário onde aprendera a rezar e decorara frases em latim, o que lhe dava valiosa reputação de erudito – fechou os olhos para não testemunhar a tragédia. Por duas razões: por ser emotivo, não lhe agradando ver sangue, menos ainda de andorinha tão formosa, e por não desejar servir como testemunha se o crime chegasse à justiça, maçada sem tamanho, tendo de decidir entre dizer a verdade e arcar com as consequências da ira do Gato Malhado – processo por calúnia, umas bofetadas, o bico arrancado, quem sabe lá o quê – ou mentir e ficar com fama de covarde, de cúmplice do assassino. Situação difícil, o melhor era não testemunhar. Em troca rezou pela alma da Andorinha Sinhá, ficando em paz com a sua consciência, uma chata cheia de exigências.A própria Andorinha Sinhá sentiu que exagerara e, por via das dúvidas, voou para um galho mais alto onde ficou bicando as penas num gesto de extrema faceirice. O Gato Malhado continuava a rir, apesar de se sentir um tanto ofendido. Não porque a Andorinha o houvesse tachado de mau e sim por tê-lo chamado de feio, e ele se achava lindo, uma beleza de gato. Elegante também.- Tu me achas feio? De verdade?- Feiíssimo… - reafirmou lá de longe a Andorinha.- Não acredito. Só uma criatura cega poderia me achar feio.- Feio e convencido!A conversa não continuou porque os pais da Andorinha Sinhá, o amor pela filha superando o medo, chegaram voando, e a levaram consigo, ralhando com ela, pregando-lhe um sermão daqueles. Mas a Andorinha, enquanto a retiravam, ainda gritou para o Gato:- Até logo, seu feio…Foi assim com esse diálogo um pouco idiota, que começou toda a história do Gato Malhado e da Andorinha Sinhá. Em verdade a história, pelo menos no que se refere à Andorinha, começara antes. Um capítulo inicial deveria ter feito referencia a certos atos anteriores da Andorinha. Como não posso mais escrevê-lo onde devido, dentro das boas regras da narrativa clássica, resta-me apenas suspender mais uma vez a acção e voltar atrás. É, sem dúvida, um método anárquico de contar uma história, eu reconheço. Mas o esquecimento pode ir por conta do transtorno que a chegada da Primavera causa aos gatos e aos contadores de histórias.”(continua)
lunes, 10 de diciembre de 2007
CAPITULO INICIAL, ATRASADO Y FUERA DE LUGAR
El gato manchado era la sombra en la vida clara y tranquila de la golondrina Sinhá. A veces estaba cantando unas lindas canciones que aprendió con el ruiseñor, y , de subito, paraba porque veía (a veces adivinaba) el gran cuerpo del gato que paseaba caminando cantando su canción predilecta. Ella lo seguia por los aires, rapido o despacito, incluso cierta tarde, se divirtió mucho tirandole palitos secos sobre su espalda. El gato dormia, ella estaba escondida entre las hojas del Jacaranda, riendose con cada palito que acertaba en las espaldas del gato, obligando al peresoso a abrir un ojo y mirar a su alrededor. Pero luego los cerraba, pensando que era alguna broma idiota del viento.
- Un tipo tan chiquito y ya con bigotes.
El gato, en evidente e imperdonable falta de respeto, tuvo la osadia de responderle:
- Una tan grandota y sin sostenes.
La vaca Mocha le lanzo un par de patadas, pero el gato ya iba lejos, riendo para dentro con una risa malvada (…)
-Hablar con el gato?, Loquita, piensas hacerl realmente? Por Dios, no seas tonta!
Hablar en español le daba estatus y cansancio, que cansancio! Continuo en portugues.
Prosiguió con el sermón. Como pensaba ella, loca golondrina, romper una ley tan antigua, y pasar por encima de las reglas sagradas, establecidas a través del tiempo, y hacer tal insulto a sus amigos, dar tamaño disgusto a sus padres?
- pero el no hace nada…
- Es un gato, y peor aún, manchado!
- Solo por ser un gato y encima manchado? Pero él tiene un corazón como todos nosotros…
- Corazón? Se indigno la vaca Mocha, de facil indignación como estamos de a poco descubriendo.
- Quien te dijo que tiene corazón? Quién?.
- Bueno yo pensé…
- Tu le viste algún corazón? Dime?
- Ver no vi…
- Entonces?
Luego habló largamente. Le conto la historia de lo que el gato le habia hecho, y una vez más derramo lagrimas al recordar el insulto. Nuevos consejos, advertencias: dar cosejos era una de las especialidades de la vaca Mocha. Reglas del buen vivir, llenas de saludos, moralidades y cortezia, le explico como debia comportarse una joven golondrina doncella, lo que podia hacer y lo que le estaba vedado a una golondrina. Principalmente no diva hablar con gatos, mucho menos con el gato manchado…
La golondrina oyó, atenta, como la buena educación lo ordena, y quedó triste. No debia conversar con un gato, haria muy mal en pensar una cosa así. La vaca debería tener razón, poseía experiencia y una voz empostada y noble. Solo que la golondrina, cabeza dura, no comprendio porque cometerá un pecado en conversar con un gato. En todo caso, juro a la vaca jamás tirarle palitos a la espalda amarilla y negra del gato manchado y nisiquiera pensar en conversar con él.
Pero el juramento de una golondrina no vale mucho, no se le debe dar crédito exagerado. Mucho menos juramento de golondrina jóven, de cabeza ardiente y de espiritu un poco aventurero. De mi parte, desconfio, que al jurar, ella ya sabía que sería incapaz de cumplir su juramento. Continuo espiando al gato.No le tiro mas palitos, pero ay! No debio hacer un juramento así, no queria que el creyese que se trataba de una pilleria del viento. Ella lo espió todos los días hasta aquel día de la llegada de la primavera…”
CONTINUARA...
Capítulo inicial, atrasado e fora de lugar
“Andorinha Sinhá, além de bela, era um pouco louca. Louquinha, fica-lhe melhor. Apesar de ainda frequentar a escola de pássaros, tão jovem que os respeitáveis pais não a deixavam sair à noite sozinha com os seus admiradores, já era metida a independente, orgulhando-se de manter boas relações com toda a gente do parque. Amiga das flores e das árvores, dos patos e das galinhas, dos cães e das pedras, dos pombos e do lago. Com todos ela conversava, um arzinho suficiente, sem se dar conta das paixões que ia espalhando ao seu passar. (…)Apesar de todas essas relações e admirações, uma sombra anuviava a vida da Andorinha Sinhá, razão de ser deste atrasado capítulo inicial, pois a sombra era exactamente o Gato Malhado. Ou melhor: o fato dela nunca ter conseguido conversar com o Gato. Aquele sujeito caladão, orgulhoso e metido a besta bulia-lhe com os nervos. Habituara-se a vir espiá-lo quando ele dormia ou esquentava sol sobre a grama. Escondida no ramo de uma árvore, mirava-o durante horas perdidas, cismando nas razões por que o feioso não mantinha relações com ninguém. Ouvia falar mal dele mas fitava o seu nariz róseo, de grandes bigodes, e – ninguém sabe por que – duvidava da veracidade das histórias. Assim são as andorinhas, o que se pode fazer? – não há forma de fazê-las compreender a verdade mais rudimentar, a mais provada e conhecida, se elas se metem a duvidar. São cabeçudas e se deixam guiar pelo coração.O Gato Malhado era a sombra na vida clara e tranquila da Andorinha Sinhá. Por vezes estava cantando uma das lindas canções que aprendera com o Rouxinol, e, de súbito, parava porque via (às vezes adivinhava) o grande corpo do Gato que passava em caminho do seu canto predilecto. Ia então pelos ares, seguindo-o devagar, e, em certa tarde, divertiu-se muito a atirar-lhe gravetos secos sobre o dorso. O Gato dormia, ela estava bem escondida entre as folhas da jaqueira, rindo a cada graveto que acertava nas costas do Gato, levando o preguiçoso a abrir um olho e mirar em torno. Mas logo o cerrava, pensando tratar-se de alguma brincadeira idiota do Vento. (…) Foi nesse dia que ela teve a célebre conversa com a Vaca Mocha. (…) Vaca Mocha não gostava do Gato Malhado porque, sendo ela uma figura tão altamente respeitável, com sangue portenho, considerara-se terrivelmente ofendida pelo mísero felino em certa distante ocasião. Acontece que, apesar de sua circunspecção, a Vaca Mocha era dada à ironia. Foi assim que, certa vez, tendo encontrado o Gato Malhado no curral, onde fora com certeza na esperança de roubar um pouco de leite, disse-lhe, num misto de desprezo e pilhéria e em mescla de espanhol e português:- Un tipo tan chiquito y ya de bigotes!O gato, em evidente e imperdoável desrespeito, teve a ousadia de responder-lhe:- Uma sujeita tão grandona e sem porta-seios!A Vaca Mocha armou-lhe um coice bem armado mas o gato ia longe, rindo para dentro seu riso malvado.(…)Quando a Andorinha lhe disse em que espécie de diversão empregara sua tarde, a Vaca Mocha lastimou que, em vez de gravetos, a Andorinha não houvesse jogado calhaus enormes bem no crânio do gato, liquidando-o de uma vez. Mas quando Sinhá se horrorizou com tal possibilidade sangrenta e lhe confessou que jogara os gravetos como um pretexto para puxar conversa com o gato, aí foi a vez da Vaca demonstrar seu assombro:- Hablar con el Gato? Piensas, loquita, en hacerlo realmente? Por Dios, no seas tonta!Falar espanhol dava-lhe status e cansaço, que cansaço! Continuou em português.- Então tu não sabes que ele é um gato, um gato mau, e que jamais uma andorinha pode – sem com isso comprometer a honra da família – manter relações, sequer de simples cumprimentos, com um gato? Que os gatos são inimigos irreconciliáveis das andorinhas, que muitas e muitas parentas tuas pereceram entre as garras de gatos como aquele? Malhados ou não?Prosseguiu com o sermão. Como pensava ela, louca andorinha, em rasgar uma velha lei estabelecida, em passar por cima de regras consagradas pelo tempo, em fazer tal insulto aos seus amigos, dar tamanho desgosto aos seus pais?- Mas ele não fez nada…- É um gato, e ainda por cima, malhado!- Só por ser um gato ainda por cima malhado? Mas ele tem um coração como todos nós…- Coração? – Indignou-se a Vaca Mocha, de fácil indignação como estamos aos poucos constatando. – Quem lhe disse que ele tem coração? Quem?- Bem, eu pensei…- Você viu o coração dele? Diga!- Ver não vi…- Então?Ainda falou longamente. Contou a história do que o Gato lhe fizera e mais uma vez derramou algumas lágrimas ao recordar o insulto. Novos conselhos, advertências; dar conselhos era uma das especialidades da Vaca Mocha. Regras de bom viver, cheias de salutar moralidade e de algum ranço. Explicou como deve comportar-se uma jovem andorinha donzela, o que pode fazer e o que lhe estava vedado. Principalmente não deve falar com gatos, muito menos com o Gato Malhado…A Andorinha ouviu, atenta como a boa educação ordena, e ficou triste. Não devia conversar com o Gato, fizera muito mal em pensar em tal coisa. A Vaca devia ter razão, possuía experiência e uma voz empostada e nobre. Só que a Andorinha, cabeça dura, não compreende por que cometerá um pecado se conversar com o Gato. Em todo caso, jurou à Vaca jamais jogar gravetos sobre o dorso amarelo e preto do Gato Malhado e nem sequer pensar em conversar com ele.Mas juramento de andorinha não vale muito, não se lhe deve dar crédito exagerado. Muito menos a juramento de andorinha jovem, de cabeça ardente e espírito um pouco aventureiro. De mim, desconfio que, ao jurar, ela já sabia ser incapaz de cumprir a jura. Continuou a ir espiar o Gato. Não mais lhe jogou gravetos mas, ai!, não devido ao juramento e sim, com medo de que ele fosse embora pensando tratar-se de pilhéria do vento. Ia espiá-lo todos os dias até que naquele dia da chegada da Primavera…"(continua)
domingo, 9 de diciembre de 2007
FIN DE LA ESTACION DE LA PRIMAVERA PARTE 1
- Nosotros somos buenos padres, protegemos a nuestra hija.
- Y se miraban el uno al otro con admiración.
- Él es feo pero es simpatico… - murmuro al adormecer.
Se recojio tarde. Antes camino por el parque, vagando. Arañaba la corteza de los troncos de los árboles, maullaba sin motivo aparente, sentía deseos de volver a vagabundear por los tejados como lo hacias en esa distante adolescencia. El buen perfume penetraba por sus narices, y sus grandes bigotes se movin inquietos. Se sentia jóven, hasta tuvo ganas de correr con los perros. Y lo hubiese hecho, tranquilamente, si los perros no se hubiesen asustado, llenos de recelo, cuando él los buscó. Tal era su estado de cansancio y de indefinido deseo qu murmuro para si mismo:
¿ Debo concluir que el gato manchado de feos ojos pardos, de oscura fama de malvado, se había enamorado? Ahora que él y la golondrina duermen, y que solo la vieja lechuza esta despierta, me permito filosofar un poco. Deseo decir, que hay gente que no cree en el amor a primera vista, otros por el contrario, además de creer, afirman que este es el único y verdadero amor unos y otros tienen razón. Es que el amor esta en el corazón de las criaturas, adormecido, y un dia cualquiera se despierta, con la llegada de la primavera o incluso con el rigor del invierno.De repente el amor despierta de su sueño en la inesperada visión de otro ser. Da igual si ya lo conocemos, es como si lo viesemos por primera vez y es por eso que se dice que fue amor a primera vista. Así como el amor del gato manchado por la golondrina Sinhá.
Ninguna de esas consideraciones perturbo aquella noche al gato manchado. En verdad él aún no sabía que estaba enamorado. Tal idea ni se le ocurrio. Cuando era jóven, se enamoraba todas las semanas (…) Despedazó innumerables corazones de gata de todos los colores, el de una coneja color gris y el de una zorra adolecente. Pero eso paso hace tanto tiempo que ni el se acordaba ni de los nombres ni de las situaciones. Vivía a su modo, ya les expliqué, tranquilo, peresoso al sol, gozando las dulces caricias de la brisa, el frescor de las noches de verano, y el gustoso frio del invierno. Ahora llegaba la primevera a perturbar su paz.
Al día siguiente, al levantarse y lavarse la cara, pensó en la golondrina, recordando el sueño que lo acompaño durante la noche: él y sinhá discutiendo de belleza y fealdad. Se rió: Ayer estube enfermo y resolvio no pensar más en la golondrina. Se dirigió a su prado preferido para calentarse al sol sobre su trapo viejo y peludo. La vida se desenvolvía por el parque.
- Buen día mi queridisimo doctor gato manchado. Como se siente? Gacias a Dios, Bien? El gato nisiquiera se digno a responderle. A pesar de todo su mirar, ya estaba de nuevo con su mirada fija en los arboles, donde de posaría la golondrina (…) En la esperanza de que la golondrina Sinhá viniese… Pero ella no llego, ingrata!
Entre tanto, es primavera en todo alrededor.”
Fim da estação da Primavera – Parte I
sábado, 8 de diciembre de 2007
FIN DE LA ESTACION DE LA PRIMAVERA PARTE 2
Sucedió entonces que sintio la necesidad de levantarse, ¿Por qué? Ni el mismo seria capaz de explicarlo. Talvez para solo tomar el sol. Se levanto y salio de paseo. Y, de repente noto que sus pies, lo habian llevado , ¿Será que él ya no los gobernaba? sin que él lo quisiese, cerca juntito al árbol donde vivia la familia de la golondrina sinhá. Debo aclarar que este árbol quedaba del otro lado del parque.
Los padres sinha habían salido en busca de alimentos. La golondrina había visto venir al gato desde lejos y lo esperaba sonriente. Ato manchado se detiene debajo del árbol, comenzó a espiar y descubrió a la golondrina. Fue entonces que percibio donde habia llegado, sin darse cuenta. ¿Qué estoy haciendo aqui? Y decidio devolverse rapidamente (Diablos! Sus pies estaban tan pesados que parecian estar clavados al suelo), pero la golondrina le hablo con una dulce voz:
-No me vas a decir buenos dias, mal educado?
-Buen día, Sinhá… - habia hasta cierto acento armonioso en la voz seca del gato.
- Señorita Sinha, me hace el favor…
Y , su una cara se puso muy triste ( era aún más feo cuando estaba triste) , ella dijo:
- Esta bien llamame Sinha
Si eso quieres… y yo te llamaré feo.
Ya te dije que no soy feo.
Pucha! Que convencido! Eres la persona más fea que yo conozco. A tu lado mi madrina la lechuza es un premio de belleza…
Al final que estoy haciendo aquí? Pensaba el gato manchado. Aquella joven golondrina, era apenas una adolecente, que no lo trataba con el debido respeto (Será que realmente el queria que ella lo tratase con respeto?), insultarlo, agredirlo, llamarlo feo. Era el resultado de haberle dado confianza a una joven golondrina cualquiera.que ella sino una estudiante, una alumna de religión del papagayo, que podia tener en la cabeza, que especie de conversación podria matener con el?, un gato serio, viajado, que se consideraba un ser superior, más culto que todo ese monton de gente del parque, y que se encontraba – principalmente- un gato bonito? Resolvio retirarse y nunca mas volver a hablarle a esa irrespetuosa golondrina (ah! Pero sus pies como chuzos como si estubiesen pegados al suelo, no los podia mover)
Hizo un esfuerzo:
- hasta luego
- vaya, se ofendio? … más convencida de que el feo…
Porque diablos el comenzaba a encontrar divertido este comentario? Ahora ya o eran solo los pies los que no le obedecian, tambien la boca se abria y sonreia cuando el queria quedarse serio, con un aire irritado. Era una gran conspiración contra el gato manchado. La golondrina seguia, en un parlotear incesante, era una linda adolecente de los campos,cuja juventud dominaba todo alrededor:
No es necesario que te vayas ahora. No te llamare mas feo. Ahora solo te dire hermoso.
No tampoco quiero…
Entoces como te voy a llamar?
Gato.
Gato, no puedo
Porque?
Sera que ella se puso triste? Ahora su voz ya no era juguetona. El gato manchado de pronto pregunto:
Porque no puedes?
No puedo conversar con ningun gato. Los gatos son enemigos de las golondrinas.
Quien dijo eso?
Es vedad,yo lo se.
El gato puso la cara mas triste del mundo. La golondrina Sinha que amaba la alegria y que no podia ver a nadie triste, continuo:
Pero nosotros no somos enemigos, verdad?
Nunca
Entonces nosotros podemos conversar.
Pero luego agrego:
Ahora deber irte porque mi papa viene alli. Después yo ire a conversar contigo. Feito.
El gato rio y trato de desaparecer entre las motas de algodón que crecian por allí. Estaba nuevamente alegre. En cuanto iba atravesando ágilmente los matorrales, del campo iba recordando el dialogo con la golondrinam su voz elodiosa volvia a resonar en sus oidos. Ella no podia conversar con los gatos, los gatos son malos, algunos fueron atrapados in fragantti almorzando golondrinas, habia verdad en eso.Como seria posible ser tan malo asi? Como comerse un ser tan frágil y tan hermoso como la golondrina Sinha?
Se recosto sobre un campo de hierbas en flor, más tarde llego la golondrina, haciendo cierculos en el aire, en un vuelo improvisado, como danzando en un baile gentil y primaveral. De lejos el ruiseñor que la vigilaba con sus ojos, comenzo a cantar y su melodía de amor hincho el parque.
El gato aplaudio cuando la golondrina se poso en una rama baja del árbol. Y continuaron la conversación que habia sido interrumpida.
No voy a reproducir mas los dialogos. Y tomo tal decisión porque eran todos un poco parecidos y solamente, al pasar el tiempo y unas pocas conversaciones, se hicieron dignos de una historia de amor. Quien sabe, talvez ás adelante pueda contarles uno, si se da la ocasión.por ahora, solo quiero decir que ellos conversaron durante toda la primavera, sin que jamás les faltase tema. Fueron conociendose el uno al otro, cada día un nuevo descubrimiento. Y no solo conversaron. Juntos el corriendo por el suelo verde lleno de pasto, ella volando por el cielo azul, vagabundeaban por todo el parque, encontraban rincones deliciosos, descubrian nuevos matices del color de las flores, variaciones en la dulzura de la brisa,y una alegria que talvez estuviese mas dentro de ellos mismos que en las cosas alrededor. El bien de la alegria estaba presente entodas las cosas y ellos no lo veian antes. Porque yo les digo:
Tenemos jos para ver y ojos para no verm depende del estado del corazon de cada uno.
Quiero agregar, finalmente que ya no se trataban de usted.
Cuando, por la mañana, se veian por primera vez en el día, el le preguntaba:
Que hiciste de ayer hasta hoy? Hoy estas mas linda que ayer y aun mas linda de lo que estabas esa noche del sueño en que te vi…
Cuentame tu sueño. Yo no te cuento el mio porque soñe con una persona muy fea: Soñe contigo…
Se reian los dos, el con su risa seca de gato malo, ella con su risa de plata de golondrina adolecente.
Así acontecio la primavera.
Continuara...
Fim da estação da Primavera – Parte II
Acontece-lhe então levantar-se. Por que o faz nem ele mesmo seria capaz de explicar. Talvez para ficar ao sol. Levanta-se e sai andando. E, de repente, nota que seus pés – será que ele já não os governa? – o haviam levado, sem ele sentir, para junto da distante árvore onde mora a família da Andorinha Sinhá. Devo esclarecer que esta árvore ficava do outro lado do parque.Os pais de Sinhá haviam saído em busca de alimento. A Andorinha tinha visto o Gato vir vindo e o esperava sorridente. Gato Malhado pára embaixo da árvore, espia, descobre a Andorinha. Foi então que percebeu onde havia chegado, sem se dar conta. Dana-se. Que faço eu aqui? Resolveu voltar rapidamente (diabo! seus pés, de tão pesados, pareciam ter chumbo grudado), mas a Andorinha falou com sua doce voz:- Não me diz bom dia, seu mal-educado?- Bom dia, Sinhá… - havia até certo acento harmonioso na voz cava do Gato.- Senhorita Sinhá, faça o favor.E, como ele fizesse uma cara triste (era ainda mais feio quando ficava triste), ela concedeu:- Vá lá… Pode me chamar de Sinhá se isso lhe dá prazer… E eu lhe chamarei de Feio.- Já lhe disse que não sou feio.- Puxa! Que convencido! É a pessoa mais feia que eu conheço. Junto de você minha madrinha Coruja é prémio de beleza…Afinal que fazia ele ali? – pensava o Gato Malhado. Aquela jovem Andorinha, apenas uma adolescente, não o trata com o devido respeito (será mesmo que ele desejava que ela o tratasse com respeito?), insulta-o, agride-o, chama-o de feio. Era o resultado de ter ele dado confiança a uma jovem andorinha qualquer. Que era ela senão uma estudante, aluna de religião do Papagaio, que podia ter na cabeça, que espécie de conversa podia manter com ele, um gato sério, viajado, que se considerava um ser superior, mais culto do que toda a gente do parque e que se achava – principalmente – um gato bonito? Resolveu retirar-se e nunca mais voltar a falar àquela desrespeitosa andorinha (ah! seus pés como chumbo, como se tivessem toneladas de chumbo…). Faz um esforço:- Até logo…- Está aí, se ofendeu… Ainda é mais convencido do que feio…Por que diabo ele começa a achar graça? Agora não eram apenas os pés que já não lhe obedeciam, também a boca se abria em riso quando ele queria ficar sério, com um ar zangado. Uma vasta conspiração contra o Gato Malhado. A Andorinha continuava, num palrar incessante, linda adolescente dos campos, cuja juventude domina tudo em derredor:- Não precisa ir embora. Não lhe chamo mais de feio. Agora só lhe trato de formoso.- Não quero também…- Então como vou lhe chamar?- Gato.- Gato não posso.- Por quê?Será que ela entristecera? Agora sua voz já não é brincalhona. O Gato Malhado repete a pergunta:- Por que não pode?- Não posso conversar com nenhum gato. Os gatos são inimigos das andorinhas.- Quem lhe disse?- É verdade. Eu sei.O Gato fez a cara mais triste do mundo. A Andorinha Sinhá, que amava a alegria e não podia ver ninguém triste, continuou:- Mas nós não somos inimigos, não é?- Nunca.- Então nós podemos conversar.Mas logo acrescentou:- Vá embora que Papai vem aí. Depois eu vou na ameixeira conversar com você, Feião…O Gato ri e trata de sumir entre as moitas de capim que crescem por ali. Estava novamente alegre. Enquanto atravessa agilmente por entre o mato, vai recordando o diálogo com a Andorinha, a voz melodiosa volta a ressoar em seus ouvidos. Ela não podia conversar com um gato. Os gatos são maus, alguns foram apanhados em flagrante almoçando andorinhas, havia alguma verdade nisso. Como era possível ser assim tão mau? Como almoçar um ser tão frágil e formoso como a Andorinha Sinhá?Deita-se sob a ameixeira que está em flor. Logo depois a Andorinha chega, fazendo círculos no ar, num voo que é improvisado e lindo bailado primaveril. De longe, o Rouxinol, que a acompanha com os olhos, começa a cantar e sua melodia de amor enche o parque.O Gato bate palmas quando ela pousa num galho baixo. Continuam a conversa interrompida.Não vou mais reproduzir os diálogos. E tomo tal resolução porque eram todos um pouco parecidos e somente aos poucos, com o correr do tempo, se fizeram dignos de uma história de amor. Quem sabe, talvez mais adiante eu reproduza um, se houver ocasião. Por ora, apenas quero dizer que eles conversaram durante toda a Primavera, sem que jamais faltasse assunto. Foram se conhecendo um ao outro, cada dia uma nova descoberta. E não apenas conversaram. Juntos, ele correndo pelo chão de verde grama, ela voando pelo azul do céu, vagabundearam por todo o parque, encontraram recantos deliciosos, descobriram novas nuances de cor nas flores, variações na doçura da brisa, e uma alegria que talvez estivesse mais dentro deles que mesmo nas coisas em derredor. Ou bem a alegria estava presente em todas as coisas e eles não a viam antes. Porque – eu vos digo – temos olhos de ver e olhos de não ver, depende do estado do coração de cada um.Quero acrescentar, finalmente, que já não se tratavam de você.Quando, pela manhã, se viam pela primeira vez naquele dia, ele lhe perguntava:- Que fizeste de ontem para hoje? Hoje estás ainda mais linda do que ontem e mesmo mais linda do que estavas essas noites no sonho em que te vi…- Conta-me o teu sonho. Eu não te conto o meu porque sonhei com uma pessoa muito feia: sonhei contigo…Riam os dois, ele o seu riso cavo de gato mau, ela seu argentino riso de andorinha adolescente. Assim aconteceu na Primavera.(continua)
miércoles, 5 de diciembre de 2007
LA ESTACION DEL VERANO
Este capitulo es un capitulo corto porque le verano paso muy deprisa con el sol ardiente y sus noches llenas de estrellas. Siempre es rapido el tiempo de la felicidad .El tiempo es un ser difícil, cuando queremos que se prolongue, sea lento y se demore, el corre deprisa, ni sentimos el correr de las horas, cuando queremos que vuele deprisa, más rapido que el pensamiento, porque sufrimos, porque estamos en un mal momento, el se vuelve lento, largo es el desfilar de las horas.
Corto fue el tiempo de verano para el gato y la golondrina. Gozaron compartiendo esos paseos vagabundos por el parque,con largas conversaciones a la sombra de los arboles, con sonrisas, con palabras murmuradas, con miradas timidas compartiendo expresiones, con algunos enfados tambien…
Nose si enfados seria la palabra correcta. Voy a explicar: a veces la golondrina encontraba al gato un poco abatido, con sus bigotes mustios, y sus ojos aun mas pardos. La causa no era otra sino que: la golondrina salía con el ruiseñor, con el conversaba o tenía clases de canto- el ruiseñor era el profesor. La golondrina no comprendia la actitud del gato, aquellas repentinas tristezas que se prolongaban en silencios difíciles. Entre ella y el gato jamas habian compartido una palabra de amor, además, por otro lado, la golondrina, según se dice, consideraba al ruiseñor un hermano.
Un día, dia que la clase de canto se alargo mas que el tiempo de costumbre- cuando los bigotes del gato estaban tan marchitos que tocaban el suelo, ella le pidio explicaiones de aquella tristeza.
El gatp resòndio:
- Si yo no fuese gato, te pediria que te casases conmigo…
- La golondrina se quedo callada, en un silencio de profunda noche. Sorprendida? –no lo creo, ella ya habia adivinado lo que pasaba en el corazón del gato. Enfadada? No lo creo tampoco, aquellas palabras fueron agradables en su corazón. Mas tenía miedo. El eraun gato y los gatos son enemigos irreconciliables de las golondrinas.
- Voló cerca sobre el gato manchadom lo toco levemente con su ala izquierda, el podia oir los latidos del pequeño corazón de la golondrina Sinhá. Ella comenzó a elevarse, y desde lejos lo miro, era el último día de verano.
CONTINUARA...
Este é um capítulo curto porque o Verão passou muito depressa com o seu sol ardente e suas noites plenas de estrelas. É sempre rápido o tempo da felicidade. O Tempo é um ser difícil. Quando queremos que ele se prolongue, seja demorado e lento, ele foge às pressas, nem se sente o correr das horas. Quando queremos que ele voe mais depressa que o pensamento, porque sofremos, porque vivemos um tempo mau, ele escoa moroso, longo é o desfilar das horas.Curto foi o tempo do Verão para o Gato e a Andorinha. Encheram-no com passeios vagabundos, com longas conversas à sombra das árvores, com sorrisos, com palavras murmuradas, com olhares tímidos porém expressivos, com alguns arrufos também…
Não sei se arrufos será a palavra precisa. Explicarei: por vezes a Andorinha encontrava o Gato abatido, de bigodes murchos e olhos ainda mais pardos. A causa não variava: a Andorinha saíra com o Rouxinol, com ele conversara ou tivera aula de canto – o Rouxinol era o professor. A Andorinha não compreendia a atitude do Gato Malhado, aquelas súbitas tristezas que se prolongavam em silêncios difíceis. Entre ela e o Gato jamais havia sido trocada qualquer palavra de amor, e, por outro lado, a Andorinha, segundo disse, considerava o Rouxinol um irmão.Um dia – dia em que a aula de canto se prolongara além do tempo costumeiro – quando os bigodes do Gato estavam tão murchos que tocavam o solo, ela lhe pediu explicação daquela tristeza. O Gato Malhado respondeu:- Se eu não fosse um gato, te pediria para casares comigo…A Andorinha ficou calada, num silêncio de noite profunda. Surpresa? – não creio, ela já adivinhara o que se passava no coração do Gato. Zangada? – não creio tampouco, aquelas palavras foram gratas ao seu coração. Mas tinha medo. Ele era um gato e os gatos são inimigos irreconciliáveis das andorinhas.Voou rente sobre o Gato Malhado, tocou-o de leve com a sua asa esquerda, ele podia ouvir os latidos do pequeno coração da Andorinha Sinhá. Ela ganhou altura, de longe ainda o olhou, era o último dia de Verão.
martes, 4 de diciembre de 2007
LA ESTACION DEL OTOÑO
La estacion del otoño.
Es que el gato durante la primavera y el verano vivio alegre y satisfecho. No amenazaba mas a otros seres vivos, ya no despedasaba más a las flores con patadas, no encrespaba los pelos del lomo cuando se arcercaba a algun extraño y ya no repelia a los perros erizando los bigotes, insultandolos entre los dientes. Se convirtió en un ser blando y amable, era el primero en dar cumplidos a los otros habitantes del parque, el que antiguamente no respondia a los timidos buenos dias que le dirigian.
No puedo aventurarme y afirmar que el mismo cultivo, en aquella epoca, buenos y generosos sentimientos. La verdad es que el gato continuaba con fama de sujeto malo e intratable. Los habitantes del parque, ante la actual amabilidad del gato manchado, habian concluido que, si bien el era malo, ya no era muy peligroso. Talvez se estaba volviendo viejo, sin fuerzas, y por eso estab intentando rehabiltarse. Le perdieron el miedo…
La fama de ruin del gato era antigua y arraigada. Como podria ellos entender que el gato cambiase desde que la golondrina entrara en su vida? Como entender que bajo esa cascara gruesa,bajo ese pero erizado del gato latia un tierno corazón?
Tan tierno, que aquel primer dia de otoño, fuera a encontrar al manchado escribiendo un soneto.
Cubierto con un pesado manto de lana (el gato era muy friolento) contaba silabas con los dedos y procuraba rimas de un grueso diccionario. Si, hasta un soneto le escribio.
No solo con un manto contra el frio se cubria ellgato manchado en aquella mañana de lirica inpiración: tambien se cubria con el manto del amor. La poesia no solo esta en los versos. A veces ella esta en el corazón, y es enorme, a punto de no caber en las palabras.
Soneto del amor imposible
Para mi adorada golondrina Sinhá
La golondrina Sinhá
La golondrina sinhá
La golondrina abrio sus alas y voló.
Vida triste mi vida,
No se cantar y no se volar,
No tengo alas ni plumas,
No se sonetos escribir.
Amo mucho a la golondrina,
Con ella me quiero casar.
Pero la golondrina no quiere,
Conmigo no puede casarse
Porque soy un gato manchado, ai!
CONTINUARA…
No outro dia, o Outono chegou, derrubando as folhas das árvores. O Vento sentia frio, e, para esquentar-se, corria zunindo pelo parque. O Outono trazia consigo uma cauda de nuvens e com elas pintou o céu de cores cinzentas. Não era só a paisagem que se modificava com o correr das estações, como certamente percebeu o culto e talentoso leitor. Também a atitude dos habitantes do porque, em relação ao Gato Malhado, havia sofrido sensível mudança. Não que houvessem deixado de ter-lhe raiva, não que lhe houvessem perdoado os agravos antigos. Mas já não sentiam medo dele, como o provavam as murmurações sobre o seu caso com a Andorinha, murmurações que de tímidos cochichos transformaram-se em obstinado rumor. Recordemos que antes, tremiam todos apenas o Gato Malhado abria o olho. Como explicar então que não mais o temessem, que comentassem quase abertamente seus passeios com a Andorinha?É que o Gato, durante a Primavera e o Verão, vivera alegre e satisfeito. Não ameaçara os demais viventes, não despedaçara flores com patadas, não encrespara os pêlos do dorso à aproximação de estranhos e não repelira os cães eriçando os bigodes, insultando-os entre dentes. Tornara-se um ser brando e amável, era o primeiro a cumprimentar os outros habitantes do parque, ele que antigamente quase nunca respondia aos medrosos bons-dias que lhe dirigiam.Aventurar-me-ei mesmo a afirmar que ele cultivou, naquela época, bons e generosos sentimentos.A verdade é que o Gato continuava com fama de sujeito mau e intratável. Os habitantes do parque, todavia, haviam concluído, ante a actual amabilidade do Gato Malhado que, se bem ele fosse mau, já não era muito perigoso. Devia estar ficando velho, sem forças, e por isso procurava reabilitar-se. Perderam-lhe o medo. (…)A fama ruim do gato Malhado era antiga e arraigada. Como poderiam eles compreender que o Gato mudara desde que a Andorinha entrara em sua vida? Como entender que sob a casca grossa, sob o pêlo eriçado do Gato pulsava um terno coração?Tão terno, que aquele primeiro dia de Outono foi encontrar o Malhado escrevendo um soneto. Coberto com um pesado manto de lã (o Gato era muito friorento), contava sílabas nos dedos e procurava rimas num grosso dicionário. Sim, até um soneto ele escreveu.Não apenas com um manto contra o frio cobria-se o Gato Malhado naquela manhã de lírica inspiração: cobria-se também com o manto do amor. A poesia não está somente nos versos, por vezes ela está no coração, e é tamanha, a ponto de não caber nas palavras.
Soneto do Amor ImpossívelPara a minha adorada Andorinha SinháA Andorinha SinháA Andorinha SinhôA Andorinha bateu asas e voou.Vida triste minha vida,não sei cantar nem voar,não tenho asas nem penas,não sei soneto escrever.Muito amo a Andorinha,com ela quero casar.Mas a Andorinha não quer,comigo casar não podeporque sou gato malhado, ai!
(continua)
lunes, 3 de diciembre de 2007
CONTINUACION DE LA ESTACION DEL OTOÑO
Continuación de la estacion del otoño.
Criticado, discutido y juzgado el soneto del gato manchado, volvamos a nuestra historia. Lo que equivale además, a continuar con el soneto pues no lo cite por si acaso, si porque ese soneto tiene que ver con el desarrollo de los acontecimientos.
Sucedios asi: en el último día de verano, después de aquella cena ente la golondrina y el gato, el tuvo una larga conversación con la lechuza. De todas las criaturas del parque, la lechuza era la unica que estimaba al gato Manchado, como ya fue dicho. En aquella noche después de lo ocurrido, la golondrina no volvio. El gato intento comprender lo que estaba sucediendo con ella, entre que sentimientos contradictorios se debatia. Envuelto en tristeza y soledad, resolvio ir a conversar con la luchuza. Ella despertaba de su sueño de anciana y abria los ojos para la noche, su amiga querida.
El gato se sento sobre un gancho del árbol donde vivia la lechuza, primero hablaron de cosas indiferentes. Luego la lechuza siendo adivina, percibio lo que traia al gato manchado hasta su casa. Fue franca:
No solo le conto los rumores del parque (que pisieron al gato casi loco de furia)
Y por fin le dio su opinión:
Viejo amigo, no hay nada que hacer. Como te pudiste imaginar que la golonrina te iba a aceptar como marido? Nunca ha habido un caso asi, incluso si ella te amase.- y quien te afirma que ella te ame? – jamas podria casarse contigo. Desde que el mundo es el mundo, las golondrinas tienen prohibido casarse con gatos.
Esa prohibición es mas que una ley y esta implantada con profundas raices en el corazón de las golondrinas.
Dices que ella gusta de ti, que si dependiece de su voluntad… puede ser, te creo seguro que si. Pero mas fuerte para ella, debe respetar la ley de las golondrinas. Porque esta dentro de ella desde su mas viejo abuelo, desde la primera golondrina. Y para romper una ley, es preciso una revolución…
Finalizo, balanceando su cabeza:
En todo caso, sería hasta bueno que sucediese una revolucioncita… Estamos necesitandola.
El gato manchado no dijo nada. Ni el mismo que amaba a la golondrina y que soñaba tenerla a su lado. Olvidaría que las golondrina durmen en nidos sobre los arboles, en cuanto los gatos duermen en el suelo sobre trapos abandonados. Se despidio de la lechuza sin comentar sus palabras. Llegando a casa, comenzo a escribir el celebre soneto. En su elaboraciónllevo toda la noche y parte de la mañana siguiente. Todo lo que consiguió realizar fue la pieza ya juzgada y condenada.
No obstante, en aquel primer dia de otoño encontro a la golondrina. Ella estaba seria, ya no sonreia, no exhibia la sutil alegria de siempre, aquel aire de disponibilidad que era su mayor encanto.
Tampoco el gato manchado conseguia esconder su tristeza, le pesaban en el corazón las palabras de la lechuza. Caminaron en silencio, recorriendo los lugares en los que habian estado en la primavera y en el verano.
Una y otra vez intercambiaban palabras sueltas, pero ambos tenian ese aire de querer evitar un asunto que era inebitable.
Llego la hora en que la golondrina tenía que partir. El Gato le entrego su soneto. Ella volo,muchas veces miro hacia atrás, girando su gentil cabecita para verlo, tenía lagrimas en los ojos.
Al día siguiente, - ese fue el día más largo del otoño- ella no apareció. Inútilmente el rondó en las cercanias del árbol donde ella vivia, pero no la vio. Esa noche recordo los rumores del parque y entonces corrio como pato negro, l emetio un susto casi mortal al papagayo (que rezaba sus oraciones nocturnas), rasguño el hocico del perro diamarques, robo los huevos en el gallinero – y para colmo de maldad- no los robo para comerselos, sino para tirarlos en el campo. El temor al gato manchado volvio a habitar en el parque y las murmuraciones ruidosas se transformaron en susurros secretos.
En el tercer dia de otoño, la paloma mensajera le trajo desde muy lejos (tuvo el coraje para aproximarse) una carta. El gato la leyo tantas veces hasta que se la aprendio de memoria. Una carta triste y definitiva enviada por la golondrina Sinhá. Una golondrina jamas puede casarse con un gato. Decía tambien que ellos no debian juntarse más. En compensación decia que jamás fue tan feliz excepto en el tiempo en que vagabuendeaba con el gato manchado en el parque. Y terminaba:
Siempre tuya Sinhá.
Ella habia jurado no volver a verlo mas. Pero como ya dije y ahora repito, juramento de golondrina no merece confianza.Volvieron a pasear por el parque, a ir a los rincones que que habian descubierto durante la primavera. Solo que ahora csi no conversaban, era como si existiera una invisible cortina que los separaba.
Fue asi como paso todo el otoño,un tiempo gris, en el que los arboles se iban despidiendo de las hojas y el cielo se iba despidiendo del azul. Como el gato manchado volvio a ser temido y nuevamente volvio a vivir aislado de todos, sin conversar con nadiem no sabia que enla casa de la golondrina trabajaban seis arañas costureras que preparaban el ajuar de la joven novia. El casamiento del ruiseñor con la golondrina Sinhá estabafechado para el comienzo del invierno.
En el último día del otoño, dia humedo y ventoso, seguido por un viento que congelaba de frio, la golondrina quiso ir a todos los lugares que habia aprendido a amar en la primavera y en el verano.
Estaba extrañamente ruidosa y habladora, tierna y llena de dulcura, como si se hubiese abierto de repente la cortina que la separaba del gato manchado, como si hubiese traspasado de subito la distancia que les distanciaba. Era la misma golondrina de la primavera y del verano, un poco loca, y el gato la contemplaba conmovido.
Estuvieron juntos hasta que llego la noche. Entonces ella le dijo que esta sería la ultima vez que se verian, que se iba a casr con el ruiseñor, porque? Porque una golondrina no se puede casar con un gato.
Com ya lo habia hecho un cierto día, volo sobre el en un vuelo rasante, lo toco con el ala izquerda- Era su manera e besar- y esta vez el no pudo oir el latido de su pequeño corazón de golondrina, eran muy debiles sus latidos. Por los aires ella se fue, esta vez no miro hacia atrás.
CONTINUARÁ...